Una de las principales líneas de investigación se centra en la simulación de compra-venta de un inmueble en la exclusiva zona de Aqua Village. Se alega que Galeano adquirió esta propiedad hace algunos años, pagando en efectivo, y que inicialmente no la incluyó en su declaración jurada de bienes al asumir su cargo como diputado.
Posteriormente, la vendió por una suma considerable, también en efectivo, a una persona que, según la fiscalía, sería prestanombres de alias “Tío Rico”. La investigación tomó relevancia cuando, durante un importante operativo contra el crimen organizado, se encontró una factura de servicios a nombre de Galeano en dicha propiedad. Tiempo después, el senador rectificó su declaración para incluir el inmueble.
Otro punto crucial es el presunto apoyo logístico brindado a la estructura criminal a través del uso de su avioneta particular. La fiscalía sostiene que la aeronave de Galeano fue utilizada en múltiples ocasiones por Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, y por Sebastián Marset, líderes de la organización criminal, para sus traslados dentro del territorio nacional.
Además, se ha señalado que la avioneta operaba en el mismo aeródromo donde se incautaron otras aeronaves vinculadas al tráfico de drogas de estos mismos cabecillas. Se imputa que Galeano recibió dinero, originado del tráfico internacional de cocaína, a cambio de este servicio de transporte.
Finalmente, las acusaciones incluyen la inversión de una considerable suma de dinero, proveniente de actividades ilícitas de este grupo criminal, en el Club Deportivo Capiatá. En este club, donde Galeano tenía un rol directivo, Sebastián Marset figuraba como jugador.