Los ladrones, que se cree entraron por una ventana, se llevaron equipos de audio costosos, específicamente un amplificador y una consola. El padre Fernández destacó que estos elementos son de gran valor y son esenciales para el audio de la comunidad durante las celebraciones eucarísticas.
Aunque los delincuentes no se llevaron objetos religiosos, sí causaron desorden. Recorrieron la sacristía y el altar, esparciendo la Eucaristía y tirando el custodio y los copones, aunque estos objetos no fueron sustraídos. El párroco cree que los asaltantes vinieron “específicamente” por los equipos.
El sacerdote lamentó la situación, señalando que estos incidentes (que atribuye al “problema de los vicios, las drogas”) también han afectado a varias capillas de la parroquia. La iglesia pidió a las autoridades que realice el trabajo necesario para poder recuperar los equipos robados.