La tarde se tiñó del color de “La Furia Amarilla” luego que el equipo logró superar la prueba “Turbo Uno”. De esta forma le correspondió salvar a una gladiadora, que resultó ser Liz, decisión tomada por el capitán Alan.
La casa de la independencia era el lugar donde vivían los Martínez Sáenz, y fue el lugar donde unos valientes jóvenes paraguayos se reunían en secreto para planear la revolución en mayo de 1811.