La técnica consiste en citar a la víctima a un lugar alejado. Una vez allí, los delincuentes le comunican que tienen su ubicación exacta, la están observando y le exigen no cortar el teléfono ni hablar con la policía. Al mismo tiempo, otra persona llama a los familiares de la víctima para exigirles dinero por la supuesta liberación.
Uno de los casos recientes involucró a una arquitecta quien fue convocada con engaños para una visita de obra en el distrito de Francisco Caballero Álvarez, Canindeyú. Tras ser citada por una persona que se identificó como José García para la supuesta construcción de 30 cabañas de lujo, la mujer fue amenazada telefónicamente.
Al no poder juntar el dinero requerido de inmediato, las amenazas escalaron, incluyendo expresiones como: “Lo voy a matar” y “Me voy a meter un balazo en una mano”. La policía ha registrado al menos cuatro casos recientes bajo esta modalidad, incluyendo hechos en Areguá, Canindeyú y Pedro Juan Caballero.