Con la llegada de diciembre, aumentan los encuentros sociales y también la presión sobre lo que se come. La nutricionista Nadia Cáceres señala que la comida no es solo nutrición, sino también un espacio de encuentro y disfrute, por lo que restringirse antes de una cena festiva puede generar más perjuicios que beneficios.
La especialista advierte que pasar el día sin comer o ejercitarse en exceso para “compensar” suele provocar atracones durante la noche. Lo ideal es realizar todas las comidas habituales para llegar a la cena con hambre normal, lo que permite elegir mejor y comer con mayor control y disfrute.
Entre las recomendaciones figuran mantenerse bien hidratados, combinar alimentos para evitar picos de glucosa y cuidar el ambiente en la mesa, evitando comentarios sobre el cuerpo o la comida ajena. Una Navidad saludable, afirma, no se mide por la perfección del plato, sino por comer en paz y sin culpas.