Con la expulsión de Norma Aquino, será Walter Kobylanski quien asuma el cargo, y Paredes se mostró “plenamente convencida” de que responderá “con altura moral” al compromiso con los votantes de Cruzada Nacional.
De manera similar, se refirió a la arquitecta Gladis Lucía Mendoza, quien ocupará la banca de Chaqueñito durante su suspensión de 60 días, describiéndola como una persona “súper comprometida con el partido” y uno de los “pilares muy fuertes” de la estructura de Cruzada Nacional.
No obstante, la senadora Paredes fue enfática en su crítica al “doble rasero” aplicado en los casos de Yamy Nal y Chaqueñito. “No hay explicación para que solamente uno se vaya,” afirmó, coincidiendo con la senadora Esperanza Martínez.
Sobre la decisión de dejar a Chaqueñito con solo una suspensión, Paredes ofreció una interpretación contundente: “la única explicación es que no quieren perder sus 23 asegurados”. Incluso, sugirió que esta protección podría indicar que los oficialistas “no tienen asegurado ni los 23" y que “tienen miedo”, considerándolo un “mensaje más de temor” en cuanto a las mayorías que puedan mantener en el Senado.
La senadora también lamentó la “desorganización” de la oposición, revelando que tres senadores liberales no firmaron el pedido de pérdida de investidura que la bancada democrática tenía listo. Esta falta de apoyo impidió que la oposición pudiera presentar su propia iniciativa. “Con este nivel de desorganización en la oposición no podemos aspirar a grandes cosas,” sentenció, instando a “rever definitivamente la postura de la oposición”.
Finalmente, Paredes enfatizó la necesidad de “limpiar la imagen del Congreso” y señaló otros casos pendientes que el oficialismo debería considerar, como el de Hernán Rivas, quien enfrenta un “proceso penal muy complicado” y ya fue acusado por la Fiscalía, y el de Erico Galeano, que tiene un “juicio no menor”.