Peña se refirió a la calificación de “aplanadora cartista” utilizada por críticos, argumentando que lo que existe es una “aplanadora del bien común”. Según el presidente, los proyectos aprobados este año, como la Ley de Registro Unificado Nacional, la Ley de Servicio Civil, la Ley de Organización Administrativa del Estado y la Ley de Sistema Nacional de Pagos, buscan beneficiar a toda la ciudadanía, especialmente a los sectores más vulnerables.
Además, criticó a aquellos que “nunca han tenido que enfrentar una interna partidaria” o una elección general, y a quienes “quieren influir desde sus conglomerados mediáticos o empresariales”, afirmando que “no saben lo que es recorrer las calles pedir el voto de la gente”. Destacó al actual Congreso como “el más democrático de la historia del Paraguay”, con legisladores votados en listas desbloqueadas.
Entre los logros principales de su gestión, Peña resaltó un crecimiento económico anual promedio del 4%, superando los registros de la región, la deuda pública más baja de América Latina, una inflación controlada y el grado de inversión alcanzado por el país. También mencionó la implementación del programa “Hambre Cero”, que beneficia a más de 1 millón de niños con alimentación en escuelas. En el ámbito social, informó sobre la incorporación de 35.000 adultos mayores a la pensión, sumando un total de 340.000 beneficiarios, la entrega de más de 9.400 títulos a través del INDER, y la gestión de 27.500 soluciones habitacionales por medio del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat.
Hacia el final de su informe, el presidente Peña ensayó una leve autocrítica, confesando que “no ha sido suficiente” y prometiendo que hará “mucho más”. Reconoció las “inmensas necesidades” de la gente y la necesidad de trabajar aún más en áreas sensibles como la salud, educación y seguridad, que presentan problemas históricos y emergentes. Se comprometió a “redoblar los esfuerzos” y a exigir un mayor compromiso a cada miembro de su gobierno, señalando que “iniciamos un proceso profundo de cambio pero todavía falta”.
Cabe destacar que el informe presidencial se llevó a cabo con la notoria ausencia de varios legisladores de la oposición y algunos colorados disidentes. Estos legisladores habían cuestionado previamente la “sumisión” del presidente a su líder político, Horacio Cartes, a quien Peña habría “ido a rendir cuentas en la ANR” antes de su informe en el Congreso.