Los habitantes del Barrio Obrero de Asunción denuncian una crisis sanitaria e infraestructura que persiste por más de diez años debido a un desagüe cloacal sin tapa, del que brotan aguas servidas que generan mal olor y riesgos de salud.
Vecinos reportan que vehículos han caído en el lugar y que las autoridades municipales solo ofrecen soluciones temporales. La situación empeora por la acumulación de basura y un lavadero ilegal que mezcla sus aguas con el desagüe, fomentando la proliferación de mosquitos.
La comunidad exige intervención inmediata de las autoridades para proteger la salud y la seguridad de los vecinos. Los afectados también instan a la población a mantener la limpieza y evitar que los residuos se conviertan en un problema mayor.