Las víctimas fueron identificadas como Constanza Cabrera de Ferreira, de 60 años, y su hijo Ever David Ferreira, de 37 años. Mientras el joven conducía la camioneta y el portón eléctrico se cerraba, un asaltante entró, obligó al conductor a abrir de nuevo el portón, y así permitió el ingreso de un segundo cómplice. El conductor fue sometido y puesto “boca abajo”.
Los asaltantes robaron aproximadamente 20 millones de guaraníes. Este dinero provenía de la jornada laboral que la madre y el hijo habían tenido durante el fin de semana en el microcentro de la ciudad, ya que la víctima es comerciante.
Además del dinero, los ladrones se llevaron dos aparatos celulares y documentos personales.
Según lo manifestado en la denuncia, uno de los sujetos ingresó “a cara descubierta”. Tras el asalto, los criminales obligaron al joven a abrir el portón nuevamente y escaparon a bordo de un automóvil de color blanco que estaba esperando a metros de la vivienda. El subcomisario Brizuela confirmó que la víctima fue sorprendida al llegar a su domicilio.