La psicóloga infantil, Belén Espinola, señala que los abuelos deben acompañar la crianza. Aunque existe una creencia cultural de que los abuelos solo deben “malcriar” o consentir, en realidad pueden hacer más que eso y a menudo lo hacen. Su rol es significativo, ya que generan un vínculo especial con los niños y ofrecen una visión distinta de la vida al pertenecer a una generación diferente. Esta diferencia generacional puede aportar enseñanzas y aprendizajes distintos.
Es crucial que padres y abuelos trabajen en conjunto en lugar de contraponerse. Un punto muy importante es que los abuelos nunca deben desacreditar la autoridad natural de los padres sobre el hijo, menos aún delante del niño.
Los niños a menudo sienten más confianza para hablar de ciertos temas con sus abuelos que con sus padres. Los abuelos pueden aprovechar esta confianza para canalizar esas inquietudes, acompañar al niño y luego comunicar esta información a los padres para trabajar en equipo.