Bañistas que estaban aplacando el calor con las aguas del río Paraná se llevaron un gran susto en horas de la tarde del domingo. Los vientos fuertes, que alcanzaron los 70 kilómetros por hora, hizo volar los toldos, sillas y otras pertenencias de las personas que estaban en las playas de Encarnación y Ayolas.
Parte de lo sucedió fue grabado por los bañistas que se vieron obligados a buscar refugio en los alrededores. Este temporal se replicó en varios lugares, dejando sin energía eléctrica a las zonas afectadas.