Todos recuerdan al Yo-yo, un juguete conformado por un disco de madera, de plástico o de otro material que posee una ranura profunda en el centro y que rodea al disco donde se enrolla un cordón que, atado a un dedo, se lo hace subir y bajar.
El llamado “yo-yo de cuerda enrollada” tiene su origen en 1920 y duraron hasta los años 1990. A partir de ahí, los mismos pasaron a estar equipados con cojinetes, que hizo que aumente el tiempo en que el yo-yo permanece “dormido” al final de la cuerda.
Mirá el informe de “Vive la vida”: