El procedimiento se llevó a cabo luego de que uno de los perros de la Senad se percató de lo extraño, alertando a los agentes que se encontraban en el aeropuerto.
La presunta cocaína estaba en poder de un hombre, identificado como Blas Ramón Agüero de 32 años de edad, quien pretendía abordar un avión rumbo a Filipinas.
El hecho fue comunicado a la fiscal Elva Cáceres, quien constató que efectivamente 6 toallas estaban contaminadas. La cocaína estaban impregnada en la telas.
Los especialistas explicaron que se trata de una modalidad muy antigua, pero que continua en auge.