El monseñor Ricardo Valenzuela dio su mensaje al pueblo al final de la misa central de Caacupé, de la que participaron varias autoridades de Paraguay, entre ellas, el Presidente de la República, Santiago Peña.
Se mostró en contra de la ley de Superintendencia de Jubilaciones diciendo que “ese fondo jubilatorio debe permanecer cerrado para su único objetivo” aunque “la máxima preocupación del pueblo es la corrupción y la impunidad, lacras que siguen carcomiendo los cimientos de la nación”.
El monseñor Valenzuela se refirió además de las elecciones recientes: “El tiempo corre y sigue su curso, no se detiene; y es imperioso entrar en la dinámica de la acción. Es urgente activar las instituciones porque el hambre, la enfermedad, la falta de empleo digno y la inseguridad no se detienen”.
Pidió que “recuperen a la política su dignidad; que ella deje de ser una “nueva profesión” en la que se reparten los bienes del pueblo como si fuese un botín de guerra”.