Hasta ahora, Raúl Latorre, presidente de la Cámara de Diputados, está eludiendo las explicaciones a los medios sobre las contrataciones de parientes de legisladores y del entorno del Gobierno. Es la única persona que no dio la cara tras el escándalo desatado la semana pasada.
Lo máximo que hizo fue publicar en sus redes sociales las fechas del contrato del hijo de Silvio Ovelar, que ocurrió durante otra presidencia, aunque ese contrato feneció tres meses después y fue renovado ya cuando Latorre estaba al mando.
Por otra parte, tampoco habla del contrato de la hija de Pedro Alliana, vicepresidente de Paraguay, Montserrat Alliana, con un salario de G. 18.000.000.