Los pobladores de las diferentes comunidades indígenas del Chaco aseguran que desde abril no se registran lluvias importantes en la zona, la última vez cayó un aguacero a mediados de marzo.
La falta de agua afecta terriblemente a todos en el sitio, pues los aljibes y tajamares casi ya no funcionan.
En una de las comunidades son alrededor de 1.600 personas, quienes viven inhumanamente, pues ya no cuentan con agua potable. Se proveen de algunos reservorios para paliar la carencia del vital líquido.
Pedro Rojas, de la Coordinadora de Nivaclé del Pilcomayo, puntualizó que ante la falta de agua potable lastimosamente los indígenas deben consumir agua sucia de un tajamar porque es lo único que tienen disponible, esto también preocupa por la salud de los mismos.