El hallazgo se produjo en un patio trasero de un predio donde funciona una iglesia evangélica. Ocurrió en el asentamiento San Salvador de la ciudad de Caaguazú.
El recién nacido aún contaba con el cordón umbilical. Afortunadamente gozaba de un excelente estado de salud.
La esquela dejada por la madre decía que los dueños de la casa tomen a la criatura como suya ya que la pareja no podía tener hijos.