El robo a la gasolinera se produjo en la tarde del domingo, cuando dos personas a bordo de una motocicleta llegaron a lugar, tomaron como rehenes a los empleados y exigieron la entrega del dinero que se encontraba en la caja fuerte, unos G. 36 millones.
Lo que captó la atención de los investigadores fue que en las cámaras de seguridad se observaba la actitud sospechosa de unos de los trabajadores, quien durante el atraco se encontraba enviando mensajes con su celular.
“Al verificar su teléfono, se pudo constatar que el mismo envió los mensajes a su suegra contando que sus compañeros llegaron con el dinero para que avise a los asaltantes”, explicó el comisario Marcelino Espinoza en contacto con Telefuturo.
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