Por cinco votos a favor y dos en contra, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil declaró culpable al exmandatario tras ser acusado de abuso de poder al usar su cargo cuando era presidente para deslegitimar las elecciones.
La pena son ocho años de inhabilitación, lo que en la práctica implica quedar excluido de las próximas contiendas electorales hasta 2030. De momento, el ultraderechista queda fuera de la arena política, sin embargo, su abogado anunció que apelará la medida.
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