La humilde trabajadora, quien se dedica a vender comidas y remedios naturales para el tereré, sufrió el ataque de personas desconocidas en horas de la noche del martes. Los sujetos motorizados llegaron hasta el lugar y le prendieron fuego a su casilla.
La abuelita, de 94 años, no se rindió ante la adversidad y volvió a colocarse en el mismo sitio, según ella, para no fallar a sus clientes. La anciana colocó una mesa en el sitio ubicado al costado de la ruta PY 06 y se puso a trabajar.
En contacto con Telefuturo, agradeció a la gente por la ayuda brindada. Dijo que sus vecinos de buen corazón le ofrecieron la madera para poder volver a colocar su puesto.